domingo, 9 de agosto de 2015

Capítulo segundo


   Es el momento de empezar esta nueva aventura, la de este segundo año en Irlanda, esta vez en el condado de Sligo.

   Hace ya unas semanas alquilamos una casa en un pequeño pueblo del condado, a 7 km de la capital. Dicho pueblo se llama Strandhill y debe su nombre a que es un pueblecín con playa a los pies de una gran colina. Es dificil, muy dificil, y caro conseguir casa aquí porque es un sitio turístico, pero la casualidad hizo que unos pacientes míos de Cork  me ayudaran y consiguieran esta casa para nosotros. En este país es difícil encontrar una casa de alquiler porque la oferta es muy inferior ala demanda, es decir que por casa que alquilan hay un gran número de personas/familias dispuestas a alquilarla. Eso hace que el propietario elija, entre los interesados, a quién quiere alquilárselo, y hace también que suban mucho los precios y que las casas estén de cualquier manera, sin preocuparse que estén limpias o en buenas condiciones, porque igualmente saben que las van a alquilar sin problema alguno. Esto es algo que a los españoles nos cuesta asimilar.

   Nuestra casa es muy parecida a la de Midleton. Aún está llena de cajas que estoy desempaquetando por lo que ya os pondremos fotos en estos próximos días. De momento os dejo una de la fachada...



Nada más llegar Luis y yo cargados con la mudanza, vinieron nuestros vecinos, una pareja irlandesa de nuestra edad con tres niños, y tras presentarse nos regalaron una botella de reserva Rioja y dos copas de vino para que celebráramos en la intimidad nuestra llegada. Nos gustó mucho el detalle...habrá que aprender de esto. Pero no sólo conocemos ya  alos vecinos de nuestra dcha, sino que también a los de la izda que ha resultado ser la subdirectora de enfermería de nuestro hospital.

   El pueblo es pequeñito, unos 1600 habitantes. Un montón de pubs y cafeterías, un pequeños supermercado, la iglesia, la farmacia y la peluquería, tres escuelas de surf y.... un montón de olas, uno de los paraísos surferos del país, como ya os podíais imaginar. Esto hará que los niños tengan que ir al instituto en bus a Sligo (7 km con el resto de niños que viven aquí y van a secundaria) pero irán a surfear andando y con el traje puesto.

  El clima no sé cómo explicaros, no para de llover en todo lo que llevamos de verano, pero no sólo aquí, lo mismo ocurrió en Cork donde hemos estado hasta el 18 de Julio. Dicen las noticias que este es el peor verano de los últimos 50 años...Y nos ha tenido que tocar a nosotros, qué mala suerte. Aparte de la lluvia constante, que se supone que no es lo habitual, las temmperaturas máximas rondan los 20 grados los días buenos; eso si es lo normal de la zona.

    Me voy a despedir con unas fotos del pueblecito.














 

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