StandUpPaddle.

 Cuando llegué a trabajar a este hospital en Agosto ya ví un cartel que proponía un día de StandUpPaddle y cena para todo el personal que quisiera del servicio de urgencias. Dudé un poco y al final me apunté...no porque me apeteciera, porque el hecho de pasarme todo el día hablando en inglés y en un ambiente ruidosa es agotador, pero como ya hemos hablado muchas veces, hay que esforzarse y salir de la zona de confort.
  Llegó el día. La recomendación de la empresa de tiempo libr que habíamos contratado para el SUP era, que fuéramos en ropa y zapatos deportivos, sin necesidad de trajes de neopreno porque no es fácil caérse al agua, y que además fuéramos un poco abrigados porque la previsión era de lluvia viento y frío. Yo conozco muy bien mis limitaciones, y además ya en alguna otra ocasión había hecho SUP (qué bien lo pasamos la última bajando el Río Cubas, eh??) y sé que acabo en el agua...así que le pedí prestado a Luis el neopreno y así me presenté. odos con sus ropas deportivas, sus bugandas, gorros...monísimos, y yo...parecía una morcilla de Burgos (bueno, de Burgos soy) con el neopreno que no deja opción a ocultar nada .

Pues sí, es verdad que no es fácil caerse del SUP pero...no quedó ni uno encima de la tabla. Aquel lago era una gran bañera de trabajadores de urgencias a remojo una  y otra vez con gorros, bufandas, playeras, pantalones de chándal chorreando agua...jajajajajajjajaaaaaaa.....me reí muchísimo.

Después del SUP nos esperaba un té (cómo no) hecho en leña...una reunión distendida alrededor del fuego. 

Por la noche habíamos reservado restaurante en Strandhill. Me gustó mucho el sitio y voy tomando nota para cuando lleguen las visitas... Lo pasé muy bien, me alegro mucho de haberme animado a salir este día con mis compañeros. A veces me han tenido que repetir las cosas, jejejeje, sobretodo en el restaurante...pero no importa, yo sé que lo hacen de mil amores.