viernes, 9 de enero de 2015

VOCALICE POR FAVOR

  Día libre otra vez y con "mono" de irme a Cork city center. Esta ciudad me está enamorando. Los primeros días me parecía una ciudad como cualquier otra pero a medida que la disfruto y conozco sus rincones me gusta más. Me encanta entrar en los pubs, pasear por St Patrick y por Oliver Plunket con el bullicio de gente, ver la torre de Santa Ana desde el otro lado del río, y de noche, cuando salgo del hospital y está iluminada, me hace adorar el camino desde el hospital hasta el aparcamiento.


Hablando de la torre, no sé si ya os conté que es uno de los edificios mas antigüos de Cork (1722). Arriba de la torre hay un relojoj que durante 12 años tuvo el honor de ser el reloj de 4 caras más grande del mundo, hasta que se construyó el Big Ben. Este reloj de la torre de Santa Ana se apoda "el mentiroso" porque las horas de las 4 caras no coinciden casi nunca, en parte por el viento y en parte porque el grosor de las agujas no es igual y en alguna cara roza más con los números.

 Además de la torre otra cosa curiosa de la ciudad es el ángel dorado de la catedral de St Finbarre´s. Cuenta la leyenda que el día que se caiga este ángel habrá llegado el fin del mundo...Ya os avisaré si esto ocurre mientras estemos aquí.

 


 Bueno,  pues como os decía antes de empezar a divagar, he pasado la mañana paseando por Cork. Una delicia. He comido en uno de sus pubs...ya sabéis, sopa y sandwich, antes de llegar a tiempo de recoger a los enanos en el cole a las 2:20. y llegar a casa a la vez que Luis que hoy salía a las 2.

Tengo pendiente contaros una historia graciosa?? curiosa?? de pánico escénico??  que me pasó el último día de trabajo. Como hoy he dicho en mi facebook, trabajando aquí con una cultura diferente y la barrera idiomática, la tarea mas sencilla es para mi todo un reto. Cada paciente que entra por la puerta de urgencias es asignado a una enfermera, pues uno de los que me asignaron a mi traía una pegatina en su hoja de asistencia de urgencias, bien grande, que ponía "este paciente no puede oírle. Le leerá los labios. Por favor hable claro y vocalizando"... Me quedé perpleja, no podría atender mejor a ese hombre cualquiera de mis compañeras?...vosotros creéis que yo puedo hablar en inglés claro y vocalizando?????  No sabía si reírme o llorar. Primer intento...no me entendió nada  (y sólo le estaba preguntando que qué le ocurría, pues imaginaros que luego tenía que valorar sus "14 necesidades básicas" ) y además éramos el entretenimiento para el resto de pacientes de alrededor que estaban de lo más aburridos y les daba la risa por la situación; segundo intento, me entendió menos aún, ya estábamos los dos nerviosos...tercer intento, saqué papel y boli; todo arreglado.  Al final, en unos meses todo quedará en simples anécdotas de las que incluso me reiré. En realidad ya me dá la risa sólo con contároslo en el blog.

Buenas noches: Sonia.

1 comentario:

  1. jajajajaja que bueno prima¡¡ pero ves? siempre se sale del paso¡¡ un besazo¡¡

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