BALANCE TRIMESTRAL

  6 de enero. 112 días en Irlanda. Sol
Después de tres días trabajando 12 horas en el hospital (es decir, un curso más que intensivo de inglés) toca descansar un poco y relajar la mente. Además por suerte hoy es también el día libre de Luis. Hablamos con lo abuelos y tíos por el Viber, que nos cuentan que allí en Miranda de Ebro y e Santander han llegado los reyes magos para todos. Ya sabéis...emoción y muchas ganas de que nos manden un paquetito con sorpresas.
 Dejamos a los pequeños en el cole y nos vamos hacia la zona de Clonakilty, ya sabéis, hacia el sur-oeste de Cork, más o menos 40-50 minutos desde aquí. Luis se da un buen baño de un par de horas mientras yo doy un paseo por la playa y me tomo un café en un bonito hotel que hay en una de las playas..estos han superado con creces lo que hasta ahora había pagado en cualquier sitio: café Latte (que es un café con leche en un vaso grande...) 4´50 euros.

Luis y Lucio entrando al agua.

Un placer siempre pasear por la costa de Irlanda. Tanto como por la del norte de España.

Como veis un día soleado, aunque como suele pasar con los días de anticiclón, a las 10 mañana sigue habiendo unos 6 grados.
     Acabamos nuestra mañana paseando por Clonakilty donde compramos unas morcillas para cenar (las morcillas de Clonakilty en Irlanda son tan famosas como las de Burgos en España) y comimos en el famoso De Barra Folk Pub  al pie de la chimenea (lo cual es habitual en todos los pubs típicos de Irlanda en invierno). La comida más típica típica de aquí para hacer al mediodía en esta época del año en cualquier sitio (por supuesto hay todo tipo de restaurantes y puedes comer cualquier cosa..pero esto es lo más habitual) es una sopa (que son cremas mas bien) y un sandwich a elegir entre una amplia variedad.

   Y después de todo un trimestre aquí es momento de hacer balance y evaluar, antes de enfremtarnos a un segundo trimestre:
 Sensación global de esta aventura..buena.  Somos conscientes de que hemos pasado lo peor (a no ser que algo se tuerza lo cual sería algo fuera de lo normal) y el recuerdo que tenemos de estos meses es bueno. Hemos pasado la mudanza, los días de hotel, la búsqueda de casa, cole, mi trabajo. El habituarnos a una nueva cultura y una gente totamente diferente en su manera de actuar y comportarse, nuevos horarios y un nuevo idioma. Poco a poco te vas adaptando y sin apenas darte cuenta te has relajado y todo forma parte de tu rutina sin ningún probema. Hemos pasado ratos malos y ratos buenos.
  Los niños han vivido esto sin  NINGUNA DIFICULTAD desde el primer día. Por supuesto su inglés era pésimo en alguno de ellos y relativamente bueno en otros y seguro que han pasado sus dificultades pero les hemos visto muy contentos a diario y sin quejarse ni un sólo día. Lo único que repiten constantemente es que quieren ir unos días a ver a sus amigos. Nicolás y Susana no han hecho exámenes, así que no tenemos notas de ellos, pero las profesoras nos dicen que van avanzando muy rápido pero aún así les queda mucho camino...nosotros estamos tranquilos porque ellos están muy contentos y van haciendo lo que pueden que cada día es un poco más. Nicolás ha avanzado mucho con el inglés pero vamos a darle un pequeño empujón para que ya despegue del todo y esta semana empieza con una profesora de inglés para él solo dos días a la semana al menos un par de meses. Él está emocionado con la idea.  Han hecho amigos con los que salen a jugar, sobretodo Susana, que siempre está en casa de alguna amiga o alguna de ellas en mi casa; o quedan directamente para venir juntas desde el colegio o se pasan a buscar por casa después de los deberes.  Rodrigo hizo los exámenes los tres días antes de las vacaciones y entre ayer y hoy ha traído casi todas las notas. Muy buenas, estamos contentos, todo aprobado e incluso alguna nota muy muy buena; lo que más se le ha atravesado (a pesar de aprobar) ha sido el alemán porque como ya os contamos, su segundo idioma en España era el francés y le ha costado un poco coger el nivel de alemán de sus compañeros aquí que ya están en su segundo año.
  Y lo peor en la adaptación de los dos, tanto en Luis como en mi, ha sido sin duda los trabajos. Somos conscientes de que tenemos una profesión delicada. Como ya hablamos una vez, no puedes dar unos bunos cuidados de enfermería a un paciente sin comprender todas sus necesidades básicas...así que las horas de trabajo nos requieren un 100% de concentración, pidiendo constantemente que nos repitan las cosas, buscando cada palabra o sigla en el traductor, sin poder hacer dos cosas a la vez ni tan siquiera escuchar algo que te dice un paciente o un compañero sin mirarle a la cara y prestar toda tu atención en lo que te están diciendo. Lo que en España nos llevaría 10 minutos hacer aquí nos ocupa media hora, y eso a lo largo de toda la jornada de trabajo es duro y muy muy estresante. Además el trabajo de enfermería y el de España son cosas diferentes; el fin es el mismo: cuidar al paciente, pero las actividades que haces para conseguirlo no son las mismas. Todo esto no quiere decir que no estemos contentos, lo estamos y mucho, sabemos que al final del camino habremos ganado mucho tanto en experiencia de vida como en aprendizaje de nuestra profesión. Pero eso no quita la dureza de los comienzos.
  Como resúmen del balance trimestral: contentos de lo que estamos haciendo. No daríamos ni un paso atrás por el momento (bueno, sólo uno, haber elegido un trabajo en la costa oeste cerca de la olas buenas, en lugar de en Cork, pero ese trabajo lo hicimos desde España y es complicado atar todos los cabos) pero nos queda mucho camino por andar.

 Buenas noches: SONIA