Nos volvemos a levantar con esperanzas, un buen desayuno, cargamos trajes, tablas, perro, niños e incluso recogemos a Violeta y otra vez a la carretera. Las condiciones son excepcionales pero a estas alturas ya tenemos claro que condiciones buenísimas se convierten en infernales en cuestión de horas; de cualquier manera nos la volvemos a jugar. Esta vez hacia el oeste. En la hora y media de viaje que tenemos el día va amaneciendo soleado y con poco viento.
Por fin alcanzamos nuestro destino, una derecha por el pecho larga y con una suave brisa off shore nos espera.
Antes de tres minutos los niños se han metido en sus trajes y están bajando por el acantilado. La entrada y la salida son complicadas, con grandes rocas resbaladizas y las espumas empujando te todo el tiempo (tipo derecha de La Santa). Los enanos están encantados.
Yo sigo estando un poco insatisfecho, esperaba que estuviera un poco más animado así que mientas ellos surfean yo tengo un rato de conversación con unos surfers locales, que como todos los que me he cruzado hasta el momento son amables, sonrientes y dispuestos a echar una mano. Les comento que yo quería un poco más de meneo y un par de llamadas de tfno después me dicen que la dirección del swell ha cambiado un poco y que 15 minutos hacia el norte es donde esta acción que yo estoy buscando.
Salimos del agua y nos estaban esperando unos bizcochos con pasas y nueces que hicimos ayer tarde para la ocasión. Continuamos nuestro viaje y efectivamente 15 minutos hacia el norte el panorama es completamente distinto. Picos el doble de grandes que yo ruedan por encima del arrecife enfrente de nosotros y un poco más lejos se pueden apreciar sólidas derechas de más de tres metros aunque un poco mezcladas. Por fin desenfundo y emparafino la tabla que este verano shapeé con mis propias manos gracias a los chicos de Enjoyyoursurroundings y a Cosmic Children Festival.
No sé qué ha sido más frustrante en estos dos meses, si el no poder surfear en condiciones o el no poder echar al agua mi nuevo juguete.
De nuevo Rodrigo y yo compartimos el baño con tres locales. La tabla funciona, se comporta bien en las bajadas críticas y corre que se mata. Tras tres horas de bańo y más de veinte olas salimos exhaustos y muertos de hambre y en esta ocasión nos esperaba la tortilla de patata.
Mientras nos quitamos los trajes, Squinty, uno de los locales me cuenta como el día anterior el pico de nuestras olas de por el pecho de por la mañana había estado ardiendo todo el día con olas el doble de grande que nosotros (ayer fallé terriblemente).
Estábamos hablando y se acerca a nosotros el paisano de la granja de enfrente de donde tenemos "aparcados" los coches y veo que Squinty saca 5 euros y recibe a cambio una considera la cesta de verduras recién sacadas de la tierra. Sin dudarlo un segundo yo hago la misma operación.
de lo más turístico de Irlanda donde se rodó la película "Horizontes lejanos", paramos en Dingle, otro de esos bonitos rincones de este país, pero ya es tarde y Funghy el DELFIN esta ya durmiendo... volveremos y os lo contaremos.
LUIS
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