20 de Septiembre. 3º día en Irlanda. Sol.
Como están cerradas las agencias immobiliarias y los organismo oficiales donde tenemos que hacer papeles, hoy toca un poco de descanso.
Luis se ha ido a reconocer la zona en bicicleta y... si hoy no le he matado ya no lo haré nunca...de repente me llega un watts app: "Sonia, he pinchado, tienes que venir a buscarme" y acompaña al watts app una ubicación que me dice que está perdido en mitad de ningún sitio a 3 km del hotel entre callejuelas del centro de Cork; yo llevo dos días aterrada diciéndole que me da miedo conducir la furgo por la izda y con el volante a la izda y que no sé en qué momento tendré que lanzarme y quitar el miedo. Pues nada, terapia de choque...con un mapa abierto en mi tfno, sin navegador porque no tengo internet fuera del hotel, me dispongo a conducir tres km callejeando por Cork mirando un pequeño mapa a la vez que hago rotondas del revés, cruces mirando a todos lados para no equivocarme de carril, etc... Lo dicho, si nuestro matrimonio ha sobrevivido a esto es porque el amor es ciego.
A mediodía nos vamos a buscar a Violeta al colegio y nos la traemos con nosotros. Tarde de café y tiendas, y de buscar casas por internet. Por cierto, los cafés tienen un aspecto maravilloso pero están malísimos. y 3 euros cada café.
A la hora de la cena, es decir, a las 7 de la tarde, nos ha invitado la familia con la que vive Violeta a cenar a su casa. Beatriz, Lawrence y sus dos hijos nos han dado un cálido recibimiento...una tarde muy distendida y agradable. Una preciosa casa y unos cuadros que me han enamorado... Una cena rica y una nueva cita para cenar mañana. Gracias familia!!!
Sonia.
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