Todo tiene un principio, y hoy ha sido el de mi trabajo en urgencias del
Sligo Regional Hospital. Pensaba yo que las tres semanas de descanso que me he tomado en España me pasarían factura, sobretodo en el idioma, pero ha sido todo lo contrario, parece que el descanso ha sentado bien. Este comienzo no ha tenido nada que ver con el primer día en el hospital de Cork, en sólo unas horas ya estaba trabajando yo sóla, sin necesidad de ayuda. Efectivamente, tal como imaginaba, los comienzos en Cork no fueron difíciles sólo por el idioma, sino también por la diferencia cultural, por el diferente sistema de salud, los diferentes roles de la enfermería, etc...ahora todo eso está superado y sólo queda la barrera idiomática, que evidentemente es menos que al principio.
Muy muy muy contenta tras mi primer día.
Luis empezó su trabajo en el quirófano de ortopedia y traumatología en este mismo hospital a mediados de Julio. Su sensación fue exactamente la misma, mucho mejor que los primeros días de trabajo en Cork porque, parece que no, pero estos meses en Irlanda nos han enseñado mucho
Nos despedimos con una foto de nuestro nuevo hospital:
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