El caso es que agarrándonos a esta premisa, los niños se han ido a pescar al final de la playa del pueblo mientras Luis y yo nos dábamos un paseo for el Farmer Market. Se supone que en esa zona d la playa hay muchas doradas. Es una desembocadura de una ría...
Aprovechamos para ir a verlos y dar un buen paseo por la playa. Nos recuerda mucho a la playa de Liencres con la ría...eso si, en pleno noviembre más o menos...
No ha habido suerte...se supone que esta zona está a rebosar de lubinas y doradas, pero yo creo qeu estos tres corriendo y jugando de un lado para otro las asustan. Así qeu decidieron llenar la bolsa en la que debería ir el pescado, de algas para darse ellos un buen baño en la bañera de casa.
Ahora toda la casa huele a algas, a salitre, a mar...y las risas se escuchan desde todo el vecindario...
BUENAS NOCHES... Sonia.
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